Decía Borges que un aleph era «uno de los puntos del espacio que contienen todos los puntos». Ya son doce las veces que ese punto en el espacio ha cambiado, y desde la asociación la aspiración se mantiene. Con el paso de los años, los congresos anuales de ALEPH se han convertido en un referente académico de la joven filología. Pero antes de eso, se pensaron y aún se plantean hoy como un foro público, de reflexión y de debate, que ayude a los doctorandos a descubrir los nuevos rumbos del estudio de la literatura hispánica y a encontrarse en la ruta.